Si Quieres Triunfar Ponte Prioridades


Si queremos progresar en la vida espiritual, en los estudios, en el trabajo, en el deporte o en cualquier etapa de la vida necesariamente debemos actuar por prioridades, laborar nuestra vida diaria con jerarquización de hechos, de ideas, de todo. Y que de primero en esa lista de prioridades esté Dios.


El Cristiano es toda persona que sigue a Cristo. Por lo tanto debemos seguir sus mandamientos.

El primero de los mandamientos dice: “Amarás a tu Dios sobre todas las cosas”.


Con esto en mente debemos elaborar nuestra lista de prioridades, por ejemplo: Primero Dios, luego la familia, luego el trabajo, luego los estudios, etc.


Si hay algo de la lista ubicada en la parte de abajo que cotidianamente entorpece a otra de prioridad superior, entonces debemos cambiar de conducta y darle más importancia a la que se encuentra por arriba de ésta.

Un ejemplo más concreto: si nuestro trabajo nos induce a cometer faltas que van en contra de Dios, entonces debemos buscar la manera de no caer en esas faltas y si no lo conseguimos entonces es preferible cambiar de trabajo porque es mejor estar con la conciencia tranquila sabiendo que no le faltamos a Dios.

El quedar desempleado por cumplir con Dios es un mal menor a cometer el pecado. Pidamos al buen Dios un mejor trabajo y Él de seguro que nos lo premiará

No caigan en el error de que, debido al bajo sueldo que se percibe se escamotee parte de la mercancía de algún cliente o se robe al cliente parte de su vuelto o del dinero que le queda por la compra realizada.

Recordemos que el mandamiento de “No robar” no especifica cantidad. No creamos que porque agarramos una cantidad pequeña eso no es robar. “Es que esa cantidad ni enriquece ni empobrece” me dijo uno, “Es que yo gano poco” me dijo otro y un tercero me dijo: “Es que yo tengo hijos”.

El que falla en lo poco falla en lo mucho. El cliente es el que menos tiene la culpa de que un empleado sea mal pagado.

Conservemos nuestra moral, nuestros principios éticos. Ponte prioridades y que tu primera prioridad sea Cristo.